martes, 17 de agosto de 2010








Zeus era el hijo menor del titán Cronos y de la titánida Rea y hermano

de las divinidades Poseidón, Hades, Hestia, Démeter y Hera.

De acuerdo con uno de los mitos antiguos sobre el nacimiento de Zeus, Cronos, temiendo ser destronado por uno

de sus hijos, los devoraba cuando nacían. Al nacer Zeus, Rea envolvió una piedra con pañales para engañar a

Cronos y ocultó al dios niño en Creta, donde se alimentó con la leche de la cabra Amaltea y lo criaron unas ninfas.


Tras hacerse adulto, Zeus obligó a Crono a regurgitar a sus otros hijos en orden inverso al que los había tragado:

primero la piedra, que se le dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales, el

Ónfalos, y después al resto. En algunas versiones, Metis le dio a Crono un emético para obligarle a vomitar los

bebés, y en otras Zeus abrió el estómago de Crono. Entonces Zeus liberó a los hermanos de Crono, los Gigantes,

los Hecatónquiros y los Cíclopes, de su mazmorra en el Tártaro y mató a su guardiana, Campe. En agradecimiento,

los Cíclopes le dieron el trueno, el rayo o el relámpago, que habían sido previamente escondidos por Gea.



En la Titanomaquia (la guerra de los titanes contra los olímpicos), Zeus y sus hermanos y hermanas junto con los

Gigantes, Hecatónquiros y Cíclopes, lucharon y destronaron a Cronos y a los otros Titanes, que fueron encerrados

en el Tártaro, un lugar húmedo, lúgubre, frío y neblinoso en lo más profundo de la Tierra. Irónicamente, Zeus

también encarceló allí también a los Hecatónquiros y los Cíclopes.


Tras la batalla con los Titanes, Zeus se repartió el mundo con sus hermanos mayores, Poseidón y Hades,

echándoselo a suertes: Zeus consiguió el cielo y el aire, Poseidón las aguas y Hades el mundo de los muertos (el

inframundo). La antigua tierra, Gea, no podía ser reclamada y quedó bajo el dominio de los tres según sus

capacidades, lo que explica por qué Poseidón era el dios de los terremotos y Hades reclamaba a los humanos que

morían.



Gea estaba resentida por cómo Zeus había tratado a los Titanes, porque eran sus hijos. Poco después de subir al

trono como rey de los dioses, Zeus tuvo que luchar con otros hijos de Gea, los monstruos Tifón y Equidna. Zeus

derrotó a Tifón atrapándole bajo una montaña, pero dejó a Equidna y a sus hijos con vida como desafío para

futuros héroes.